lunes, 2 de mayo de 2011

Dicen que...

Dicen que si te terminas el Mortal Kombat sin perder un solo combate, desbloqueas al personaje Pepe (aquí le podemos ver, sacando el balón jugado, con elegancia, como sólo él sabe).
Y si te terminas el juego con Pepe, desbloqueas la plantilla entera de Construcciones Olías Gómez.

martes, 15 de marzo de 2011

Wish you were here

La afición de La Mirinda, fiel como las fans de los New Kids On The Block (¿De verdad os acordáis de ellos? Sois muy mayores, ¿eh?) recuerda en cada partido a dos de sus ídolos, ausentes en los últimos choques por diferentes motivos, dolorosos ambos, eso sí..

El primero, Benji Carmona que, finalmente, recibió una oferta que no pudo rechazar y ahora se encuentra a la derecha de Don Vito, entre Freddo y Michael, actuando como consigliere, moviendo los hilos en la sombra y riendo de manera siniestra cada vez que responde el teléfono. Reside en Sicilia, es feliz y duerme con una cabeza de caballo como almohada.

El segundo, Xabi Marín, efectuando una imitación del moonwalk del Jackson que desteñía, pisó una marmota y provocó una colisión múltiple con alcances y lanzamientos por doquier. El resultado, daños en tobillo que superan el valor venal, subida de prima y marmota denunciada por alcoholemia positiva.

La afición, cuando llega el minuto 14 de cada partido, entona el wish you were here en su honor.
Es que los chavales de la grada son muy sentidos.

jueves, 10 de marzo de 2011

La conjura de los bajitos


El encuentro sexual entre Leonard Cohen y Janis Joplin, que el canadiense cantó y contó en la letra de Chelsea Hotel, es lo que voy a utilizar hoy para la motivación de cara al partido de hoy, clave para la disputa del campeonato de los modestos.
Dicen que el bueno de Cohen andaba ascensor arriba, ascensor abajo intentando tropezarse de manera casual con Brigitte Bardot, que también estaba alojada en el hotel de marras.
No tuvo suerte con la francesa pero, en cambio, se topó con Janis Joplin quien andaba también metida en el juego de los ascensores y aventuremos, porque este blog es así de sensacionalista, que también iba a la caza y captura de la Bardot que, recordémoslo, era mucha tía en esa época.
El caso es que Cohen y Joplin se encontraron e imagino que se repetirían mentalmente ese mantra quinceañero que dice que más vale polvo con fea que paja sin guapa, por lo que hicieron un gran negocio y pasaron la noche juntos.
En un momento del retozamiento, cuando la Joplin tenía la boca ocupada con el instrumento de Cohen (no sé si me explico; si no queda claro, me lo decís y probamos con marionetas), se detuvo en plena maniobra, algo que debió maravillar a Cohen, porque una pausa en esos momentos es algo que nos hace mucha gracia (chicas, es ironía).
Mirándole a los ojos, Janis habló.
"Sí, somos feos, pero nos queda la música".
Eso es lo que nos pasa a nosotros, aunque con matices.
Evidentemente, feos no somos (a la vista está), pero coincidimos con ellos en que sólo tenemos una cosa a la que aferrarnos.
El tiki taka.
Ésa es la conjura de los bajitos, o sea, nosotros.

jueves, 24 de febrero de 2011

La Copa América

¿Tú que te crees que es esto, la Copa América?

Ujfaméndez - Libro de Rezos IV, capítulo 5, versículo 32

Cuando los bajitos no están, se alteran los huevos

Para el partido de esta noche La Mirinda Mecánica cuenta con bajas de consideración.
A la ya conocida de Benji Carmona, que emigró al primer mundo después de que hicieran efectiva su cláusula de rescisión a la manera alicantina (¿Mil millones de pavos? Como éstos... zas, fajo de billetes sobre la mesa, sin factura ni , que eso no se lleva), se suma la de su sustituto, Don Gato Bermejo, con el tobillo tocado después de intentar dar vueltas a lo Bisbal en la pista central de la Scorpia el pasado fin de semana.


Aparte, en el centro del campo tendremos un déficit de bajitos.
Yo no voy, con lo que el equipo se resentirá no solo a nivel futbolístico sino, sobre todo, a nivel estético.
El número de quinceañeras que chillan histéricas a la puerta del autobús del equipo será infinitamente menor en mi ausencia.
No os preocupéis; como dijo Arnie, I'll be back.

Por otro lado, Xabi Marín sigue lesionado.
Bueno, eso dice.
Los que le conocemos sabemos que, desde que probó la vida de jubileta, la echa mucho de menos y, cada vez que pasa por delante de una obra, le invade la morriña.
Cuentan que se le ha visto apoyado en la valla de una obra dando órdenes a los operarios a lo Tito Vilanova.
No sabemos si seremos capaces de traerle de vuelta al mundo de los vivos pero haremos todo lo posible.

El sector camachista del equipo, siempre al acecho, tendrá hoy motivos para gritar su consigna favorita.
Huevos, huevos, huevos.
Son más pesados que Lucio.

sábado, 12 de febrero de 2011

Encontramos el camino (por fin)

Emocionado aún por lo vivido en los últimos días me siento ante mi Olivetti desdentada (soy un clásico) para tratar de transmitiros las sensaciones que hemos experimentado en el seno de La Mirinda Mecánica después del partido del pasado jueves en el que, por si hay algún despistado, logramos la victoria.
El ambiente en el vestuario es muy parecido al que se encontraba en una gira de los Village People: abrazos, besazos, toallazos y todo tipo de acciones terminadas en "azos" que se os puedan pasar por la cabeza, incluyendo los pollazos y los jabonazos, por supuesto.
Y tras este párrafo elegante y moderno, me centro en la crónica deportiva, que para la rosa siempre habrá tiempo tras la publicidad.

"Jo, tía, qué fuerte" es la frase que, si fuéramos quinceañeras hormonalmente revolucionadas, utilizaríamos para describir el juego de La Mirinda.
Desafortunadamente esa edad nos pilla muy lejana; de hecho, hay miembros de la plantilla que son muy mayores que se acuerdan de cuando Johnny Metgod jugaba al fútbol.
A los que, en cambio, somos de la Generación Cobi, todos eso nos suena a chino mandarín; nosotros somos más de gimotear al borde de la histeria cuando vemos una foto de Bisbal (y de sollozar desconsoladamente cuando leemos sus novelas).

Sin embargo, pese a nuestras diferencias generacionales, ambos disfrutamos como un gorrino en un maizal durante el partido del pasado jueves.
Ganamos 8-4, con nuestros habituales despistes y pájaras marca de la casa pero, sobre todo, con momentos de juego muy guardioleros, dignos de nuestra declaración de intenciones que más parecía un brindis al sol por lo poquito que cumplíamos con ella...

Como guinda al espectáculo ofrecido, el debut de los fichajes del mercado de invierno (ya tendréis un artículo en exclusiva, no os preocupéis), que estuvieron soberbios, como todo el resto del equipo.
Acompaña esta crónica (que, curiosamente, apenas cuenta nada del partido pero bueno, los habituales de este blog ya sabéis que esto es así) una imagen de archivo de un servidor, autor del gol de la jornada (y esta vez, no lo digo sólo yo, que conste), muy parecido a éste.
Lo dije a pie de campo y lo vuelvo a repetir: yo fui el primer sorprendido.

A la salida del palco, el presidente del equipo, mientras contaba los billetes provinientes de los últimos traspasos, realizó unas declaraciones a Canal+ en las que afirmaba que lo del partido del jueves es el camino a seguir.
Nos ha costado encontrarlo, como cuando salimos del Gavanna, pero lo hemos conseguido.
En la última jornada de la primera fase de la liga, pero lo hemos conseguido.
Menos risitas, ¿eh?... nunca dijimos que fuéramos rápidos.

jueves, 10 de febrero de 2011

Mejorar

Después de un par de jornadas de liga en las que no ha habido liga, situación absurda que me ha recordado al diálogo de una película de los Hermanos Marx, Un día en las carreras, si no recuerdo mal (aunque es muy posible que sea otra, pues tengo ya una edad en la que los recuerdos se me revuelven sin agitarse como a 007 sus combinados), en el que decían que "el pasado jueves fuimos a su lugar de trabajo, pero no se presentó, pues se había marchado a las carreras; al siguiente jueves él sí fue, pero fuimos nosotros los que estábamos en las carreras; este último jueves no acudimos ninguno de los dos y tampoco nos encontramos", hoy volvemos a los terrenos de juego con una premisa clara en mente: mejorar.

No ponemos el listón muy alto, es cierto, pero tenemos que ir como un octogenario que se ha tomado una Viagra: despacito, con mucho cariño y sabiendo que es muy posible que no tengamos más oportunidades antes de que llegue el final.
Sin embargo, tenemos dos factores a nuestro favor:
1) Mejorar no es muy complicado.
2) Hacerlo peor es difícil.

Pese a todo, debemos motivarnos de la mejor manera posible y para eso estamos aquí reunidos.
Sí, ya sé que Pep les pone a sus chavales vídeos con imágenes de Gladiator y música de Coldplay y que yo sólo os dedico unos cuantos renglones torcidos pero recordad que esto es una vía de doble sentido y vosotros hay días que no os parecéis a los bajitos del Barça.
Los días impares, concretamente.
Así que no me toquéis el higadillo izquierdo, que cada uno motiva de la mejor manera que sabe, puede y le dejan.
A mejorar se ha dicho.
Y punto.